Beneficios del flúor

Hace años saltó la alarma sobre la posible neurotoxicidad del flúor, una noticia que pese a haber sido matizada y explicada, ha hecho que muchas personas desconfíen de este compuesto, presente en el agua potable y nuestras pastas dentífricas. Aquí os hablaremos sobre los beneficios del flúor en la salud de nuestra boca.

El principal es que el flúor ha demostrado ser una herramienta segura y eficaz para reducir la prevalencia de la caries en todo el mundo, así como para detener la desmineralización del esmalte dental. Esto se ha conseguido, en muchos casos, gracias a la fluoración del agua de consumo público.

Hoy en día, el porcentaje de flúor recomendado en el agua potable publica es de 0,7 mg/l, frente a los 1,2 de 1962, con lo que se ve que la incidencia de la caries ha disminuido. Aun así, en los casos en los que el dentista lo crea adecuado, se recetan suplementos orales además del uso normal de pasta fluorada.

La mejor prevención de la caries es la educación, por eso es fundamental educar a los más pequeños para que mantengan una boca sana durante toda la vida. Para ello hay que empezar a ir al dentista desde que salen los primeros dientes de leche. Allí se le revisará la boca y se asesorará a los padres sobre la importancia de la higiene y el flúor en la prevención de la caries.

Los puntos claves en los que se instruye a los padres son:

  • Comenzar la higiene dental con la erupción del primer diente de leche, 2 veces al día y con pasta dental de 1000pm (partes por millón) de ión de flúor
  • En niños entre 0 y 3 años se tiene que usar un cepillo adaptado al su tamaño de boca, con una cantidad de pasta fluorada equivalente a un grano de arroz
  • A partir de los 3 años se usará pasta con flúor al 1000 o 1450 pm, concentración que determinará el dentista, y con una bola equivalente al tamaño de un guisante
  • El cepillado lo hará siempre el adulto hasta los 8 años, cuando los niños ya tienen la habilidad motora adecuada. Después se supervisará el cepillado nocturno hasta la adolescencia.

4 consejos para prevenir la caries en niños

4 consejos para prevenir la caries en niños

La caries es la dolencia bucal más común y los niños no están exentos de padecerla. A pesar de ser tan usual, hay que decir que es una enfermedad totalmente prevenible. Aquí os dejamos 4 consejos para que los más pequeños no tengan que pasar por este suplicio.

  1. Las caries pueden aparecer desde el momento en el que empiezan a salir los dientes, así que es esencial empezar a limpiar la boca en ese momento. Para ello, emplearemos una gasa empapada en agua para limpiar suavemente encías y dientes (cuando estos salgan).
  2. A partir de los 2 años, sustituiremos la gasa por el cepillado 2 veces al día. Siempre será realizado por el adulto hasta que el pequeño pueda hacerlo solo. Además, hay que empezar con las visitas y revisiones semestrales al dentista a partir del primer año de vida. De este modo, se acostumbran a la visita, cogen confianza y desaparecen los problemas del miedo.
  3. Otro punto esencial son los malos hábitos alimenticios, por lo que hay que evitar darles dulces, zumos y bebidas azucaradas. Además, tampoco conviene que coman frutos secos entre horas, mejor si se los damos después de comer para que no permanezcan los restos en la boca. Como premios es mejor darles frutas y verduras que les gusten, galletas de arroz, tostadas o palomitas de maíz.
  4. Otra manera de evitar la caries es previniendo su contagio. Para ello no haremos cosas como soplar su comida para enfriarla, chupar su cuchara, chupete, tetina, etc. Todas estas son maneras de transmitir nuestras caries a los pequeños.

¿Qué hacer cuando ya tiene caries? Seguro que has escuchado que, al tratarse de dientes de leche, no es necesario tratarlos pero ¡nada más lejos de la realidad! Si no se tratan, la infección puede alcanzar la raíz del diente creando una bolsa de pus que puede afectar a la formación del diente definitivo.

La prevención, una buena higiene y alimentación junto a las visitas al dentista, son los mejores aliados de la sonrisa de los pequeños ¡y de los adultos!