Todos sabemos que a partir de los 6 meses hay que complementar la lactancia con alimentos y cada vez son más los padres y médicos que apuestan por el Baby Led Weaning, que consiste en que el bebé como alimentos blandos con sus manos y a su ritmo y demanda. Algo que nuestros abuelos ya hacían hasta el desarrollo del mercado de las papillas y potitos.

Se trata de la mejor manera de que el bebé coma de todo y se acostumbre a diferentes texturas, colores y sabores para que logre una alimentación completa y sin rechazos. Pero no solo es beneficioso para su nutrición y educación alimentaria, sino que existen estudios que demuestran que el BLW hace que el desarrollo de la boca sea mejor e incluso puede prevenir futuras ortodoncias.

Si tardamos mucho en dar comida no triturada, se puede afectar el buen desarrollo de los músculos de la mandíbula, de la boca y del habla, ya que al consumir algo tan procesado disminuyen los estímulos que recibe el sistema masticatorio y se puede resentir el desarrollo de los huesos maxilares.

Así, podemos ver que el BLW tiene 3 grandes ventajas en el desarrollo bucodental:

• El bebé hace un mayor esfuerzo al masticar y triturar la comida en comparación con una alimentación de purés
• Al usar la mandíbula, estimula el crecimiento de todo el sistema masticatorio
• Si alimentamos nosotros al bebé hacemos que, en muchos casos solo use un lado de boca, cuando debe usar ambos lados por igual
• Si el bebé se lleva el alimento a la boca por si mismo, usará ambos lados indistintamente, ayudando al buen desarrollo de la boca y de la coordinación ojo-mano-boca

El BLW es algo muy beneficioso para nuestros niños pero, eso sí, siempre bien asesorados por especialistas y consensuado con el pediatra.